mICROMACHINE

De un tiempo a esta parte es bastante difícil escuchar música en directo en Cáceres. Será porque optamos a ser capital cultural de aquí a unos años, y esto del rock, los encargados de dirigirnos lo deven ver como un acto tribal más que como una parte mas de la cultura.




Así que aprovechamos un descuido de las autoridades que velan por nosotros y nos encaminamos a un bar a recordar viejos tiempos con una banda tributo a los Rage Against the Machine.


La verdad es que crearon mucha espectacción, y muy pronto se llenó la pequeña sala hasta atrás, siendo la media de edad muy baja, teniendo en cuenta que la banda tributada marcó un antes y un después sobre todo en la década de los 90, cuando la mayoría de los asistentes eran unos prepúberes imberbes.


Musicalmente, los chicos de Micromachine no defraudaron, tocaron un repertorio plagado de éxitos de la banda californiana de manera muy fiel, con lo hicieron botar al público, que fue de menos a más en cuanto a animación.



Al final de la velada y casi después de dos horas de música, los pacenses que se habían quedado sin repertorio después de un montón de bises, pusieron punto final a la magnífica noche de rock.



En el lado negativo: es muy loable que los locales cacereños, a pesar del riesgo de denuncia, organicen conciertos, pero está claro que las salas de Cáceres no reunen los requisitos mínimos para tales eventos, locales muy pequeños, ratoneras sin salidas de emergencia que en caso de problemas atraparían a la gente sin remedio, salas sin ventilación de ningún tipo que hacen que el aire en poco tiempo sea irrespirable.

Yo soy el primero que critica al consistorio cacereño por la falta de soluciones a este problema, pero señores de la noche, un poquito de autocrítica y más inversión en sus locales, que no todo va a ser llevárselo calentito.